jueves, 4 de octubre de 2012

EL SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS LAS PONES TU

Foto: Hoy en Vibra en las Mananas: a que se le ha medido en el sexo?

TODO TIENE UN SENTIDO DEPENDE DEL SIGNIFICADO QUE LE PONGAS A LAS COSAS ESE VALOR TENDRÁ, LA PERVERSIDAD EXISTE PORQUE VEMOS LA MALDAD DESDE PERSPECTIVAS DIFERENTES Y DESDE UNA MENTALIDAD RETROGRADA.... 
¿QUÉ SENTIDO LE PONES A ESTAS PALABRAS?...... 
ASÍ ES LA POESÍA O LO ROMÁNTICO PALABRAS INDESCIFRABLES O DESCIFRABLES, DESCRIPTIBLES E INDESCRIPTIBLES.......

viernes, 20 de abril de 2012

A UN MAS ROMANTICISMO



“El caballero Toggenburg”

«Caballero, amor de hermana
fiel os da mi corazón;
no pidáis otros amores;
y no me inflijáis dolor.

Puedo os ver venir serena,
y serena ver partir;
vuestras lágrimas calladas
comprender no es dado á mí.»

Entre angustia muda lo oye;
se desprende en pena cruel;
fuerte estréchala en el pecho,
se alza sobre su corcel.

Á los suyos todos llama
en la helvética región;
y cruzados todos marchan
al sepulcro del Señor.

Grande lucha de los héroes
al acero crudo allí:
su penacho al viento ondea
por la muchedumbre hostil.

Y, de Toggenburg al nombre,
se estremece el musulmán;
mas su corazón no logra
de sus penas aliviar.

Ya lo ha tolerado un año,
y no lo tolera más;
alcanzar quietud no puede:
deja la labor marcial.

En la rada ve de Jope
velas un bajel izar;
torna en él al caro suelo,
donde ella alentando está.

Peregrino, del castillo
á la puerta fué á tocar:
¡Ay! con voces cual de trueno,
ábrese: «La que buscáis

Encubrióse ya en el velo;
con el cielo se enlazó;
ayer celebróse el día
que la desposó con Dios.»

Y abandona para siempre
su castillo: su solar;
no ve más ya su armadura,
ni su fiel bridón ve más.

Desde el burgo de los Toggen
baja ignoto; que un sayal,
hecho en crin entretejida,
cúbrele la noble faz.

Y fabrícase una choza
inmediata á la región
do el convento se destaca:
densos tilos en redor.

Solitario allí sentado,
desde el alba al atardecer,
él se estaba, el rostro lleno
de esperanza, entre mudez.

Al convento allá miraba
largas horas sin cesar:
de su amada á la ventana,
hasta su cristal sonar;

Hasta parecer la amable,
hasta descender al val
su adorable, dulce sombra,
placentera, angelical.

Luego ledo se dormía,
se dormía en el solaz,
en la tácita alegría
de ver ya la luz tornar.                              

Tal mirara largos días,
largos años tal miró,
sin dolor y sin lamento,
hasta que el cristal sonó;

Hasta parecer la amable,
hasta descender al val
su adorable dulce sombra,
placentera, angelical.
Así, muerto, una mañana
todavía se le ve:
con el rostro á la ventana,
lívido, la paz en él.



De Friedrich von Schiller.

http://www.banrepcultural.org/search/apachesolr_search/POESIAS
http://users.ipfw.edu/jehle/poesia.htm

EL ROMANTICISMO EN SIGLO MODERNO

Vivimos en un siglo tan moderno, que hemos perdido el valor de lo romántico, pues la mayoría lo observamos como un símbolo de debilidad, cursilería o sentimentalismo; aunque es cierto que trata de nuestros sentimientos, no significa que sea ridículo, al contrario es una muestra de intelectualidad y confianza; además de una manera delicada, hermosa, con expresiones diferentes, con un color de sonido y un  léxico no utilizado muy a menudo en nuestro vocabulario.

He aquí algunos de aquellos grandes poetas, que nos transmiten y nos transportan a un momento especial, solo piensa e imagínate lo que quieren expresar,

Atrévete a sentir de una manera espontánea  y hermosa……….




CULTO DE LA NATURALEZA

Para y óyeme ¡oh sol! yo te saludo
Y estático ante ti me atrevo á hablarte:
Ardiente como tú mi fantasía,
Arrebatada en ansia de admirarte,
Intrépidas á ti sus alas guía.
¡Ojalá que mi acento poderoso,
Sublime resonando,
Del trueno pavoroso
La temerosa voz sobrepujando,
¡Oh sol! á ti llegara
Y en medio de tu curso te parara!

¡Ah! si la llama que mi mente alumbra,
Diera también su ardor á mis sentidos,
Al rayo vencedor que los deslumbra
Los anhelados ojos alzaría,
Y en tu semblante fúlgido atrevidos
Mirando sin cesar los fijaría.
¡Cuánto siempre te amé, sol refulgente!
¡Con qué sencillo anhelo,
Siendo niño inocente
Seguirte ansiaba en el tendido cielo,
Y estático te vía
Y en contemplar tu luz me embebecía!

De los dorados límites de Oriente,
Que ciñe el rico en perlas Océano,
Al término sombroso de Occidente
Las orlas de tu ardiente vestidura
Tiendes en pompa, augusto soberano,
Y el mundo bañas en tu lumbre pura.
Vívido lanzas de tu frente el día,
Y, alma y vida del mundo,
Tu disco en paz majestuoso envía
Plácido ardor fecundo,
Y te elevas triunfante,
Corona de los orbes centellante.

Tranquilo subes del Zenit dorado
Al régio trono en la mitad del cielo,
De vivas llamas y esplendor ornado,
Y reprimes tu vuelo:
Y desde allí tu fúlgida carrera
Rápido precipitas,
Y tu rica, encendida cabellera
En el seno del mar trémulo agitas,
Y tu esplendor se oculta,
Y el ya pasado día
Con otros mil la eternidad sepulta.

¡Cuántos siglos sin fin, cuántos has visto
En su abismo insondable desplomarse!
¡Cuánta pompa, grandeza y poderío
De imperios populosos disiparse!
¿Qué fueron ante ti? Del bosque umbrío
Secas y leves hojas desprendidas,
Que en círculo se mecen,
Y al furor de Aquilón desaparecen.

Libre tú de la cólera divina,
Viste anegarse el universo entero,
Cuando las aguas por Jehová lanzadas,
Impelidas del brazo justiciero,
Y á mares por los vientos despeñados
Bramó la tempestad: retumbó en torno
En ronco trueno, y con temblor crujieron
Los ejes de diamante de la tierra:
Montes y campos fueron
Alborotado mar, tumba del hombre.
Se estremeció el profundo;
Y entonces tú como señor del mundo
Sobre la tempestad tu trono alzabas
Vestido de tinieblas,
Y tu faz engreías,
Y á otros mundos en paz resplandecías.

Y otra vez nuevos siglos
Viste llegar, huir, desvanecerse
En remolino eterno, cual las olas
Llegan, se agolpan y huyen de Océano,
Y tornan otra vez á sucederse:
Mientras inmutable tú, solo y radiante
¡Oh sol! siempre te elevas,
Y edades mil y mil huellas triunfante.

De José de Espronceda.